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Frases célebres de Oscar Wilde
- A veces podemos pasarnos años sin vivir en absoluto, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante.
- Las mujeres han sido hechas para ser amadas, no para ser comprendidas.
- Un hombre puede ser feliz con cualquier mujer mientras que no la ame.
- No voy a dejar de hablarle sólo porque no me esté escuchando. Me gusta escucharme a mí mismo. Es uno de mis mayores placeres. A menudo mantengo largas conversaciones conmigo mismo, y soy tan inteligente que a veces no entiendo ni una palabra de lo que digo.
- La única ventaja de jugar con fuego es que aprende uno a no quemarse.
- No hay nada como el amor de una mujer casada. Es una cosa de la que ningún marido tiene la menor idea.
- Si usted quiere saber lo que una mujer dice realmente, mírela, no la escuche.
- Las preguntas no son nunca indiscretas. Las respuestas, a veces sí.
- Uno debería estar siempre enamorado. Por eso jamás deberíamos casarnos.
- Cínico: un hombre que sabe el precio de todo y el valor de nada.
- La mejor manera de librarse de la tentación es caer en ella.
- Estoy convencido de que en un principio Dios hizo un mundo distinto para cada hombre, y que es en ese mundo, que está dentro de nosotros mismos, donde deberíamos intentar vivir.
- La única manera en que un hombre debe comportarse con una mujer es: haciendo el amor con ella, si es bonita, o con otra, si es fea.
- Los niños comienzan por amar a los padres. Cuando ya han crecido, los juzgan, y, algunas veces, hasta los perdonan.
- Perdona siempre a tu enemigo. No hay nada que le enfurezca más.
- Lo menos frecuente en este mundo es vivir. La mayoría de la gente existe, eso es todo.
- Que hablen de uno es espantoso. Pero hay algo peor: que no hablen.
- Lo único capaz de consolar a un hombre por las estupideces que hace, es el orgullo que le proporciona hacerlas.
- Haría cualquier cosa por recuperar la juventud... excepto hacer ejercicio, madrugar, o ser un miembro útil de la comunidad.
- Las mujeres feas son celosas de sus maridos. Las bonitas no tienen tiempo, ¡están siempre tan ocupadas en estar celosas de los maridos de los demás...!
- El trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer.
- Amarse a sí mismo es el comienzo de una aventura que dura toda la vida.
- No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.
- La ambición es el último refugio del fracaso.
- El medio mejor para hacer buenos a los niños es hacerlos felices.
- La educación es algo admirable, sin embargo, es bueno recordar, que nada que valga la pena se puede enseñar.
- En el mundo común de los hechos, los malos no son castigados y los buenos recompensados. El éxito se lo llevan los fuertes y el fracaso los débiles.
- Cómo tener confianza de una mujer que le dice a uno su verdadera edad. Una mujer capaz de decir esto es capaz de decirlo todo.
- Escojo a mis amigos por su buena apariencia, a mis conocidos por su carácter y a mis enemigos por su razón.
- La fuerza de las mujeres depende de que la psicología no puede explicarla. Los hombres pueden ser analizados; las mujeres sólo pueden ser amadas.
- Cuando un hombre se casa por segunda vez, es porque adoraba a su primera mujer.
- Ningún gran artista ve las cosas como son en realidad; si lo hiciera, dejaría de ser artista.
- Cualquiera puede simpatizar con las penas de un amigo, simpatizar con sus éxitos requiere una naturaleza delicadísima.
- El cinismo consiste en ver las cosas como realmente son, y no como se quiere que sean.
- No soy tan joven como para saberlo todo.
- Hay mucho que decir en favor del periodismo moderno. Al darnos las opiniones de los ignorantes, nos mantiene en contacto con la ignorancia de la comunidad.
- La única diferencia que existe entre un capricho y una pasión eterna es que el capricho es más duradero.
- El hombre puede soportar las desgracias que son accidentales y llegan de fuera. Pero sufrir por propias culpas, ésa es la pesadilla de la vida.
- La tragedia de la vejez no es que uno sea viejo, sino que uno es joven.
- Los solteros ricos deberían pagar más impuestos. No es justo que unos sean más felices que otros.
- La experiencia no tiene valor ético alguno, es simplemente el nombre que damos a nuestros errores.
- La realidad es que los éxitos se los llevan los fuertes y el fracaso los débiles, y eso es todo.
- Los hombres casados son horriblemente aburridos cuando son buenos maridos, e insoportablemente presumidos cuando no lo son.
- Cuando la gente está de acuerdo conmigo siempre siento que debo estar equivocado.
- Como mala persona soy un completo desastre. Hay montones de gente que afirman que no he hecho nada malo en toda mi vida. Por supuesto sólo se atreven a decirlo a mis espaldas.
- Mejor ser un cohete caído que no haber resplandecido nunca.
- A mí dadme lo superfluo, que lo necesario todo el mundo puede tenerlo.
- Es bastante difícil no ser injusto con lo que uno ama.
- Los músicos son terriblemente irrazonables. Siempre quieren que uno sea totalmente mudo en el preciso momento que uno desea ser completamente sordo.
- Cuando se está enamorado, comienza uno por engañarse a sí mismo y acaba por engañar a los demás. Esto es lo que el mundo llama una novela.
- Es curioso este juego del matrimonio. La mujer tiene siempre las mejores cartas y siempre pierde la partida.
- La diferencia entre literatura y periodismo es que el periodismo es ilegible y la literatura no es leída.
- Vivir es lo más raro de este mundo, pues la mayor parte de los hombres no hacemos otra cosa que existir.
- A veces pienso que Dios creando al hombre sobreestimó un poco su habilidad.
- Adoro los placeres sencillos; son el último refugio de los hombres complicados.
- Los niños son siempre el símbolo del eterno matrimonio entre el amor y el deseo.
- Discúlpeme, no le había reconocido: he cambiado mucho.
- Logro resistirlo todo, salvo la tentación.
- Ser natural es la más difícil de las poses.
- Si nosotros somos tan dados a juzgar a los demás, es debido a que temblamos por nosotros mismos.
- El sufrimiento es el medio por el cual existimos, porque es el único gracias al cual tenemos conciencia de existir.
- Es absurdo dividir a la gente en buena y mala. La gente es tan sólo encantadora o aburrida.
- Los hombre jóvenes quieren ser fieles y no lo consiguen; los hombres viejos quieren ser infieles y no lo logran.
- Nada se parece tanto a la ingenuidad como el atrevimiento.
- Matar es una estupidez. Nunca debe hacerse nada de lo que no se pueda hablar en la sobremesa.
- La belleza es muy superior al genio. No necesita explicación.
- Es peligroso escuchar. Se corre el riesgo de que le convenzan; y un hombre que permite que le convenzan con una razón, es un ser absolutamente irracional.
- Se puede admitir la fuerza bruta, pero la razón bruta es insoportable.
- El arte de la música es el que más cercano se halla de las lágrimas y los recuerdos.
- La mejor base para un matrimonio feliz es la mutua incomprensión.
- Cuando me da por pensar de noche en mis defectos, me quedo dormido inmediatamente.
- En el arte como en el amor la ternura es lo que da la fuerza.
- El arte no es algo que se pueda tomar y dejar. Es necessario para vivir.
- Los viejos lo creen todo; los adultos todo lo sospechan; mientras que los jóvenes todo lo saben.
- Un tonto nunca se repone de un éxito.
- Para la mayoría de nosotros la verdadera vida es la vida que no llevamos.
- Detesto la vulgaridad del realismo en la literatura. Al que es capaz de llamarle pala a una pala, deberían obligarle a usar una. Es lo único para lo que sirve.
- Las mujeres son un sexo decorativo. Nunca tienen, nada que decir, pero lo dicen deliciosamente.
- Para tener buena salud lo haría todo menos tres cosas: hacer gimnasia, levantarme temprano y ser persona responsable.
- El patriotismo es la virtud de los depravados.
- Tengo gustos simples. Me satisfago con lo mejor.
- El hombre puede creer en lo imposible, pero no creerá nunca en lo improbable.
- El único deber es el deber de divertirse terriblemente.
- Me gusta contemplar a los hombres geniales y escuchar a las mujeres hermosas.
- Que un hombre muera por una causa no significa nada en cuanto al valor de la causa.
- Los placeres sencillos son el último refugio de los hombres complicados.
- Como no fue genial, no tuvo enemigos.
- El valor de una idea no tiene nada que ver con la sinceridad del hombre que la expresa.
- Sólo los superficiales llegan a conocerse a sí mismos.
- Más veces descubrimos nuestra sabiduría con nuestros disparates que con nuestra ilustración.
- Experiencia es el nombre que damos a nuestras equivocaciones.
- Resulta de todo punto monstruosa la forma en que la gente va por ahí hoy en día criticándote a tus espaldas por cosas que son absolutamente y completamente ciertas.
- El único deber que tenemos con la historia es rescribirla.
- La vida es simplemente un mal cuarto de hora formado por momentos exquisitos.
- Cualquier hombre puede llegar a ser feliz con una mujer, con tal de que no la ame
- En estos tiempos los jóvenes piensan que el dinero lo es todo, algo que comprueban cuando se hacen mayores.
- El encanto del matrimonio es que provoca el desencanto necesario por las dos partes.
- Si nunca se habla de una cosa, es como si no hubiese sucedido.
- Parecer discreto vale tanto como entender una cosa, y es mucho más fácil.
- En los mejores días del arte no existían los críticos del arte.
- Cualquiera puede hacer historia; pero sólo un gran hombre puede escribirla.
- Hay pecados cuya fascinación está más en el recuerdo que en la comisión de ellos.
- Sólo podemos dar una opinión imparcial sobre las cosas que no nos interesan, sin duda por eso mismo las opiniones imparciales carecen de valor.
- La moda es siempre un esperpento tal que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses.
- Hablan mucho de la belleza de la certidumbre como si ignorasen la belleza sutil de la duda. Creer es muy monótono; la duda es apasionante.
- La tierra es un teatro, pero tiene un reparto deplorable.
- Cuanto más conservadoras son las ideas, más revolucionarios los discursos.
- En asuntos de vital importancia, el estilo, y no la sinceridad, es lo verdaderamente vital.
- Todos matan lo que aman: el cobarde, con un beso; el valiente, con una espada.
- Mientras que para la sociedad no existe mayor pecado que la vida contemplativa, los más cultos opinan que la contemplación es la ocupación natural del hombre.
- Los buenos terminan felices; los malos, desgraciados. Eso es la ficción.
- La rebeldía a los ojos de todo aquel que haya leído algo de historia, es la virtud original del hombre.
- En esta vida la primera obligación es ser totalmente artificial. La segunda todavía nadie la ha encontrado.
- Cualquiera puede hacer una cosa, el mérito está en hacer creer al mundo que uno lo ha hecho.
- Un sentimental es un hombre que ve un absurdo valor en todo, y no conoce el precio fijo de nada.
- Antes del impresionismo no había sombras azules.
- Un capricho se diferencia de una gran pasión en que el capricho dura toda la vida.
- El verdadero misterio del mundo es lo visible, no lo invisible.
- Las tragedias de los otros son siempre de una banalidad exasperante.
- Jamás viajo sin mi diario. Siempre debería llevarse algo estupendo para leer en el tren.
- Es terriblemente triste eso de que el talento dure más que la belleza.
- Siempre es bueno dar consejos, pero darlos buenos es fatal.
- El deber es lo que esperamos que hagan los demás, no lo que hacemos nosotros mismos.
- Después de todo, ¿qué es la moda? Desde el punto de vista artístico una forma de fealdad tan intolerable que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses.
- Ciertamente, Whistler es uno de los grandes maestros de la pintura, en mi opinión. Y he de añadir que el mismo Mr. Whisler está completamente de acuerdo con esta opinión.
- El escultor piensa en mármol.
- Lo único que se conseguirá diciendo siempre la verdad es ser siempre descubierto.
- Una sociedad se embrutece más con el empleo habitual de los castigos que con la repetición de los delitos.
- Sólo publican memorias aquellas personas que ya han perdido totalmente la memoria.
- Sólo hay una cosa en el mundo peor que estar en boca de los demás, y es no estar en boca de nadie.
- El único encanto del pasado consiste en que es el pasado.
- Mientras la guerra sea considerada como mala, conservará su fascinación. Cuando sea tenida por vulgar, cesará su popularidad.
- El arte es la forma más intensa de individualismo que el mundo ha conocido.
- Ouida amaba a Lord Lytton con un amor que convirtió la vida de él en un infierno.
- Se llama matrimonio de conveniencia a un matrimonio de personas que no se convienen en absoluto.
- Estar alerta, he ahí la vida; yacer en la tranquilidad, he ahí la muerte.
- Los libros que el mundo llama inmorales son los que muestran su propia vergüenza.
- Bigamia es tener una esposa de más. Monogamia es lo mismo.
- Cada hombre prominente en la actualidad tiene sus discípulos, y siempre hay un Judas que escribe la biografía.
- El descontento es el primer paso en el progreso de un hombre o una nación.
- El dinero no da la felicidad, pero procura una sensación tan parecida, que se necesita un especialista muy avanzado para verificar la diferencia.
- El hombre debería decir siempre mucho más de lo que pretende y pretender mucho más de lo que dice.
- El que vive más de una vida debe morir más de una muerte.
- El tiempo es un derroche de dinero.
- El mejor diplomático es aquel que habla más y dice menos.
- En este mundo hay sólo dos tragedias: una es no obtener lo que se quiere; la otra es obtenerlo.
- Formar parte de la sociedad es un fastidio, pero estar excluido de ella es una tragedia.
- Hable a toda mujer como si estuviera enamorado de ella y a todo hombre como si le estuviera fastidiando a usted. Y pronto tendrá fama de poseer el más exquisito tacto social.
- Hay dos tipos de mujeres: las feas y las que se pintan.
- Hay gente que se preocupa más por el dinero que los pobres: son los ricos.
- Hay quienes creen contradecirnos cuando no hace más que repetir su opinión sin atender la nuestra.
- La estupidez es el principio de la seriedad.
- La fealdad quedó instaurada por primera vez en el arte al ser exhibido el primer retrato del hombre.
- La gente enseña para disimular su ignorancia, lo mismo que sonríe para ocultar sus lágrimas.
- La mentira, es decir, el relato de las bellas cosas falsas, constituye el fin mismo del arte.
- La moralidad es simplemente una actitud que adoptamos hacia las personas que personalmente no nos gustan.
- La tragedia de la vejez no es que uno sea viejo, sino haber sido joven.
- La única diferencia entre los santos y los pecadores es que los santos tuvieron su pasado, y los pecadores tienen su futuro.
- Las buenas intenciones pueden tener valor en un sistema ético; pero en arte, no. No basta tenerlas; se ha de realizar la obra.
- La puntualidad es una pérdida de tiempo.
- Lo peor es un enemigo tonto. Un enemigo inteligente, si también lo somos, no deja de apreciarnos por ello y combatirá siempre con nobleza contra nosotros.
- Lo único que hace emocionante el matrimonio es la infidelidad.
- Lo único que consuela de ser pobre es la extravagancia. Y lo único que consuela de ser rico es el ahorro.
- Los buenos artistas lo entregan todo a su arte, y, por consiguiente, no tienen ellos mismos nada de interesante.
- Los buenos consejos que me dan sólo me sirven para traspasarlos a otros.
- Los dos momentos más decisivos de mi vida fueron cuando mi padre me envió a Oxford y cuando la sociedad me envió a la cárcel.
- Los hombres interesantes son los que tienen un futuro. Las mujeres interesantes, las que tienen un pasado.
- Los hombres siempre se empeñan en ser el primer amor de una mujer. Las mujeres prefieren ser la última novela de un hombre.
- Mentir, decir cosas inciertas maravillosamente, es la finalidad adecuada del arte.
- Nada envejece tanto como la felicidad.
- Ningún crimen es vulgar, pero toda vulgaridad es un crimen. La vulgaridad es la conducta de los demás.
- No hay cosa que más se parezca a la inconsciencia que la indiscreción.
- Nunca des explicaciones. Tus amigos no las necesitan. Tus enemigos no las creen.
- Pesimista es aquel que cuando puede escoger entre dos males, elige ambos.
- Puede que consideren una falta de educación que me presente ante ustedes fumando, pero de menos educación considero que le interrumpan a uno mientras fuma.
- ¿Quieres amar? Recita las letanías del amor y las palabras crearán el deseo ardiente de donde se imagina el mundo que brotan.
- Si ser distinto es un crimen yo mismo me colocaré las cadenas.
- Todos estamos en las alcantarillas, pero algunos miramos a las estrellas.
- Un fracaso en amor es, para el hombre, como una misión cumplida. Los corazones están hechos para ser rotos.
- Una sociedad se embrutece más con el empleo habitual de los castigos que con la repetición de los delitos.
- Una verdad deja de ser cierta cuando más de una persona cree en ella.
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- Aunque fue un excelente escritor, en toda su vida solo escribio una novela, "El retrato de Dorian Gray" |
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- Se convirtio en una de las personas mas famosas de su epoca, muchas personas repetian sus frases y epigramas. |
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